Molestias comunes tras un empaste
¿A ti también te ocurren?
Los empastes se utilizan principalmente para restaurar las zonas de los dientes afectadas por caries, desgaste o fracturas. Consisten en la retirada del tejido dañado sin afectar al resto del diente y un sellado de la zona con un material artificial apto.
No tiene porque pasar, pero a veces después de que te hagan un empaste sientes molestias.
¿Cuáles son esas molestias y cómo se pueden solucionar?
- Ocurre cuando los empastes son profundos y están próximos al nervio del diente. Normalmente es una incomodidad temporal que se soluciona por sí misma a los pocos días. Si la molestia persiste, puede ser necesario realizar una endodoncia.
- Sensación de que no muerdes como antes. Cuando se hace un empaste hay que adaptarlo a la forma de morder que tiene el paciente. A veces, la anestesia hace que en la clínica no muerdas como lo haces habitualmente y por eso luego puedes notar que el diente no encaja bien con los demás cuando masticas. La solución es fácil, volver a la clínica para pulir el empaste.
- Dolor al masticar. Esto ocurre principalmente porque el empaste está un poco más alto de lo que debería. Debes acudir a la clínica para pulirlo de nuevo y la molestia debería desaparecer. A veces es necesario tomar algún analgésico o antiinflamatorio. Si el dolor no cede podría ser necesario practicar una endodoncia en el diente afectado.
- Molestias en la encía. A veces cuando un diente tiene una caries y hay un agujero la encía se mete en él, por lo que para poder arreglarlo correctamente hay que manipular la encía. Es por ello que la encía puede molestar unos días, pero es un dolor que cederá de forma espontánea a los pocos días. Se puede utilizar un gel con ácido hialurónico o aloe vera que favorece la cicatrización de la encía.
- Dolor en la mandíbula. Al hacer un empaste, por lo general, se tiene la boca abierta durante un periodo largo de tiempo. Esto puede generar dolor mandibular durante unos días. De ser así, puede ser necesario tratarlo con antiinflamatorios.
- Mordedura o quemadura en la zona. La anestesia que ponemos para hacer el empaste mantiene la boca dormida alrededor de tres horas. A veces puedes morderte o quemarte la zona dormida, lo que luego producirá molestias. Lo ideal es procurar no comer nada muy caliente y hacerlo con cuidado mientras dura el efecto de la anestesia.
- Se te cae un empaste. Para realizar los empastes adecuadamente el diente afectado debe de estar totalmente seco y libre de saliva. De lo contrario el material empleado en los empastes se humedece y, como consecuencia, el empaste se puede caer. Nosotros evitamos esto utilizando el dique de goma, un plástico que se coloca alrededor del diente o dientes a tratar para aislarlo y, de ese modo, evitar que el agua o saliva lo invada.
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